martes, 29 de marzo de 2011

Motilla del Palancar


Motilla del Palancar es un municipio castellano perteneciente a la provincia de Cuenca. El término municipal se extiende por una superficie de 73,70 km2.
Se encuentra en la ribera izquierda del Júcar, en la cabecera del pantano de Alarcón y a 68 kilómetros de Cuenca, es un punto de enlace entre Valencia, Albacete, Madrid y Cuenca. En 2010 contaba con una población de 6.195 habitantes (INE 2010).

Motilla, conocida e importante en la dominación goda (417-711), fue de las primeras poblaciones íberas que abrazaron el cristianismo, habiendo predicado en ella el Evangelio San Julián(+ 1208) ,segundo el obispo de Cuenca. Fue poseída largo tiempo por los árabes y reconquistada por Alfonso VI , formando con Cuenca y Huete la dote de Zaida , esposa después del mencionado rey con el nombre de Isabel de Castilla.

El nombre de la localidad (Mot-Illa) podría ser un diminutivo de Mota. Según el historiador Muñoz y Soliva en su Historia de Cuenca parece indicar que en origen el pueblo debió de existir en un alto y llamarse en hebreo "Ila" o "Ili", altura, o en grecolatino "Ilia", población alta. Bien porque esta original población fue destruida o porque no gustase a los romanos, el sitio que ocupaba debió ser trasladado al que hoy ocupa y se le antepuso "Mota" que significa mudada o movida resultando "Mota-Ilia", posteriormente "Motilia" y finalmente Motilla.

La segunda parte del nombre "del Palancar", es difícil de explicar. En un documento de los Reyes Católicos, fechado en 1489 y dado desde Córdoba, ya se lee Motilla del Palancar tal y como es hoy, aunque en documentos anteriores solo se nombra Motilla. Es innegable la presencia en la actualidad de un paraje situado al NO del pueblo llamado "el Palancar" , pero no parece que ello pudiera haber influido en el apellido de esta localidad, dado que no figura en el catastro del Marqués de la Ensenada de 1740 ni tampoco en el croquis del término elaborado por la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico del año 1909, con lo cual el nombre de dicho paraje debe ser relativamente nuevo ,es decir, posterior a esta fecha.

Aunque es un lugar de poblamiento antiguo, conserva pocos restos de su pasado, pues ha sido muy modificado por las necesidades modernas, derivadas sobre todo de su estratégica situación en la carretera N-III y de su carácter de centro administrativo y judicial de la comarca. Es una población que destaca por su actividad comercial y laboriosa.

Hay en las cercanías de la población una torre de señales, un torreón de planta cuadrada con basamento inclinado y dos plantas. En la Carretera de Campillo se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Concepción, datada de los s.XVI-XVII, la cual es la patrona de esta localidad, de traza sencilla y elementos decorativos de grutescos en pilastras y pechinas del crucero.

Dentro de Motilla destaca la Casa de los Luján, de construcción del s.XVII, de dos plantas entre medianerías y una rejería de extraordinaria calidad.
Y sobre todo, la Parroquia de San Gil, iglesia del s. XVI de tres naves dividida en cuatro vanos separados por columnas y bóveda de lacería con decoración geométrica en el presbiterio. Posee un campanario adosado de tres cuerpos y dos fachadas renacentistas al exterior.

En el Parque Municipal de El Carrascal, con más de 40000 m2 de zona verde, se distingue entre los olivos la cúpula de hierro del Pozo del Riato, uno de los que avastecían al pueblo. Pero el centro urbano es en Motilla toda una avenida, la Avenida del Riato. En ella suceden los acontecimientos, representaciones y celebraciones de la villa: ferias, mercados, procesiones... allí se reúnen el ocio, la actividad comercial y el dejarse ver.

La representación de la Pasión requiere la participación de muchos vecinos y es visitada por toda la comarca. Durante la Semana Santa las calles del pueblo acogen procesiones emotivas. Los pasos se acompañan con un gran recogimiento y devoción. Pero si algo distingue a Motilla del resto de la provincia en la procesión del Corpus, son las alfombras de serrín teñído. Labor en la que cumplen cada año mayor número de motillanos, superando cada vez la calidad artística.

Por su abundancia de hospedajes, es buen sitio para detenerse y prolongar la estancia en la zona. Dos localidades cercanas tienen un gran patrimonio para conocer:

Una es Alarcón. En Alarcón, el río Júcar hace un meandro acusado, dejando en el medio un roquedo que corona el castillo. Es un paisaje bello, con sus iglesias y multitud de elementos defensivos, un marco de rocas y pinares.
El pueblo –de aire medieval- tiene tres recintos defensivos. Cabe destacar dos: la iglesia, la de Santa María, del XVI, con magnífica portada y un retablo atribuido a Alonso de Berruguete, y la de Trinidad, plateresca. El castillo, originario del VIII y con elementos de numerosas épocas, es actualmente Parador de Turismo.

La otra es Villanueva de la Jara, una de las poblaciones más valiosas de la provincia de Cuenca, con su magnífica iglesia de la Asunción, con aspecto catedralicio, realzado por su torre de chapitel calado. La obra es básicamente gótica y renacentista, de los siglos XV y XVI.
Pero en Villanueva de la Jara también se deben contemplar los restos de las antiguas murallas medievales de la población y la Plaza Mayor, con un excelente ayuntamiento del siglo XVI y otros interesantes edificios.

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